La notoriedad de una marca desempeña un papel crucial no solo en su protección legal, sino también en su percepción por parte del consumidor. Marcas como Santander, Zara, y Movistar además de liderar el mercado en términos de valor económico, tienen un impacto significativo en la decisión de compra de los consumidores.
La notoriedad de estas marcas, lograda a través de una inversión constante en marketing y estrategias de sostenibilidad, les otorga una ventaja competitiva. Las marcas notorias poseen una capacidad única para crear vínculos emocionales y de confianza con los consumidores, lo que se traduce en una lealtad de marca más fuerte y en una mayor disposición a pagar un precio premium por sus productos o servicios.
En ocasiones, se observan colaboraciones de marcas icónicas como la reciente de Coca-Cola y Oreo. La asociación entre dos marcas altamente reconocidas potencia su imagen y refuerza su conexión con el público. Para los consumidores, estas marcas no son solo nombres comerciales; son símbolos de calidad, confiabilidad y, en muchos casos, de valores compartidos.
Desde un punto de vista legal, las marcas notorias gozan de una protección más reforzada bajo la legislación de propiedad industrial, lo que les permite defenderse eficazmente contra infracciones y diluciones. Este estatus de notoriedad no solo protege el valor de la marca y su derecho de uso exclusivo, sino que también asegura su longevidad en el mercado, manteniendo su relevancia y atractivo a lo largo del tiempo.
Para las empresas que buscan fortalecer su posición en el mercado, alcanzar la notoriedad de marca es un objetivo fundamental. Esto requiere una estrategia integral que abarque desde la innovación constante hasta una comunicación efectiva de los valores de la marca, pasando por una gestión activa de la reputación y el compromiso con la sostenibilidad.
Igualmente, la notoriedad de una marca lleva consigo una vigilancia continua en el mercado frente a terceras empresas y titulares que pretendan aprovecharse indebidamente del reconocimiento de una marca, plagiando total o parcialmente dichas marcas y confundiendo al público consumidor respecto al origen empresarial. Por ese motivo, las empresas suelen contar con un departamento legal interno o con la colaboración de Agencias de Propiedad Industrial que les ayuden al mantenimiento y vigilancia de sus marcas.
En conclusión, la notoriedad de marca no sólo es un indicador de éxito financiero, sino también un poderoso activo legal y de marketing que puede ser decisivo en la competencia empresarial.